¿Bruja naces o te haces? Gitana Perla te enseña la diferencia

¿Bruja naces o te haces?.- Hay distintos criterios que forman a una bruja, existen brujas de nacimiento y de formación; y yo hoy te comparto cuál es la diferencia entre ambas.

Los criterios que se deben tomar en cuenta parten de la reencarnación y la astrología.

Si consideras la reencarnación podrás observar que existen brujas que a lo largo de su vida han ido adquiriendo un sinfín de conocimientos acerca de esto, los cuales le permiten desarrollar la magia de una manera adecuada.

Bruja: ¿naces o te haces?

Debes tener presente que las reencarnaciones son las enseñanzas que le quedan al alma y el camino que esta ha tenido que recorrer para llegar a ese punto es invaluable. Las brujas que tienen gran experiencia en esto, nacen con un intelecto y análisis superior al resto de las personas.

Por otra parte, en lo astrológico también se pueden encontrar algunos puntos que ayudan a la bruja a desarrollarse con mayor alcance. Si una bruja posee un signo de agua en alguna de sus aspectaciones será probablemente alguien con mucha habilidad en el arte.

Si quieres saber sobre tus antecedentes solo deberás reunir algunos datos como tu nombre completo, fecha, lugar y hora de nacimiento, y checar en una tabla de antecedentes. Una manera distinta es conseguir tu carta astral y revisar cuánta probabilidad tienes de volverte una bruja fuerte y audaz.

En caso de no estar presente el elemento agua no te desanimes, solo enfócate en trabajar más duro para alcanzar los conocimientos necesarios y aumentar tu energía.

Aquí es muy poderosa la herencia, existen personas que generaciones anteriores de su familia han estado involucradas en el arte y por ende ellos tienen los dones muy bien desarrollados.

Te recomiendo que identifiques tu proceso como bruja, y si notas que tanto la reencarnación como la astrología han tenido muy buen impacto en tu desarrollo, sigas así y trabajes por ser la más destacada.

Ahora bien, si este no es tu caso analiza qué es lo que no te está dejando avanzar pregúntate si es verdaderamente este tu camino y, si realmente lo es, esfuérzate cada vez más.

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