El significado espiritual del sol: una promesa de Dios

Significado espiritual del sol.- La manera en que el astro rey se presenta y se mueve por todo el cielo es realmente sorprendente, el sol nos regala su luz y su calor, llenándonos de energía positiva. Además de los beneficios que el sol supone en nuestro cuerpo físico, tiene un significado espiritual que muy pocos conocen pero muchos disfrutan inconscientemente.

En muchas religiones el sol representa la creación, pues con él llega el comienzo de un nuevo día, una oportunidad diferente para empezar de nuevo. Pero también, su energía, te ayudará a quitarte las vibras negativas y atraer las buenas vibras, así como la abundancia y prosperidad.

Dentro de la religión Bahá’í se habla de una revelación progresiva, en la cual se dice que Dios jamás abandonará a sus hijos ni los dejará sin algún guía espiritual. Conforme transcurren los años esta guía debe irse actualizando, ya que la humanidad es capaz de adquirir niveles más desarrollados de conocimientos.

Dios y el significado del sol

Las enseñanzas de esta religión nos señalan que Dios nos envía los mensajes espirituales según la época en la que nos encontremos, sin embargo, los mensajeros lejos de competir buscan una unidad sabiendo que vienen de un mismo origen. Dios ha sido quien envió a estos profetas con el propósito de guiarnos y transmitirnos su luz, la cual es responsable de los avances que el mundo tiene.

También se cree en la religión Bahá’í que el Espíritu Santo es el encargado de guiar, a su vez, a estos profetas y mensajeros, asegurándose de que ellos le transmiten al mundo la luz de Dios. Por lo que prácticamente, el Espíritu Santo es la conexión entre Dios y su primera creación, la luz y calor del astro rey.

Lo cierto es que el sol permite que haya vida, que las plantas crezcan y la tierra sea fértil, el poder de este astro es increíble y es tal vez la fuente divina del Espíritu Santo. Algo que debemos contemplar siempre es que, aunque nunca podremos ser iguales al sol y mucho menos a Dios, siempre podremos reflejar de una mejor manera su luz y hacer cosas sorprendentes.

Recuerda que el sol siempre está ahí brillando, a veces pareciera que se ha ido y que todo ahora es oscuro, pero él nunca nos abandona. Lo mismo ocurre con Dios, cuando nos sentimos solos o desesperados, a veces solo hace falta buscarlo y esperar a que llegue de nuevo, igual que el sol sale todas las mañanas.

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