Ubicada en Tierra Santa, la tumba de Jesucristo, es un lugar visitado por millones de personas al año, un sitio sagrado para millones de cristianos en el mundo. Está ubicada en el centro de la Iglesia del Santo Sepulcro o Iglesia de la Resurrección, en donde también reposan los restos de la Cruz que sostuvo el cuerpo de Jesús de Nazaret hasta su muerte.
Se sabe que en este lugar reposó el cuerpo sin vida de Nuestro Señor Jesucristo, pero solo es un acto de fe, puesto que al no haber restos, no hay evidencia de ello. Sin embargo, fue a finales del año 2016 cuando por primera vez se abrió la tumba para el análisis de diversos investigadores, que hicieron algunos fascinantes descubrimientos.
¿Cuál es la apariencia del sepulcro?
Dicha sepultura, cuenta con una cámara de entierro de piedra caliza, tallada en la roca que formaba el muro de una cueva. Fue revestida de mármol para evitar su daño por la visita de millones de peregrinos que la visitan al año, evitando así su deterioro.
Esta laja de mármol a su vez estaba cubierta por otra que tenía tallada en su frente una cruz, que se piensa que se talló en la época de las cruzadas. Sorprendió a los arqueólogos e investigadores el hecho de que la tumba de Jesucristo, hubiera permanecido intacta a través de los siglos.
Se atribuye a Santa Elena la ubicación y rescate de varias reliquias de Jesucristo, cuando en el año 313 fue en búsqueda de la tumba de Jesús y el camino del calvario. Ella fue madre del Emperador Romano Constantino, quien se convirtió al cristianismo. Cabe mencionar, después de la persecución de éstos a los cristianos.
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